Una agente de Policía falleció el sábado a la mañana y el concubino fue aprehendido, mientras se investiga si la muerte ocurrió por decisión de la víctima o si se trató de un crimen.

El abogado del hombre aprehendido, José del Río, comentó que la pareja había regresado el sábado a las 5 de una fiesta y estaban cambiándose para acostarse, cuando ocurrió el hecho.

“Mi cliente escuchó un disparo y cuando fue a la habitación encontró a su pareja tirada en el piso, con una herida de bala en la cabeza y el arma al lado”, afirmó del Río.

De acuerdo a la versión que dio el letrado, el hombre (que es empleado de la Universidad Nacional de Tucumán), corrió hasta la casa de una vecina para pedirle ayuda. La agente, que trabajaba en el 911 de Yerba Buena, murió dos horas más tarde.

Sin embargo, a pesar de la versión del suicidio, la fiscala de Instrucción de la VI° Nominación Adriana Reinoso Cuello, resolvió que el concubino de la víctima quedara aprehendido. Anoche a las 21, el hombre declaraba en tribunales y se decidía su situación procesal.

La supuesta marca de un disparo en el techo fue lo que llamó la atención de los investigadores. “Mi defendido asegura que escuchó un sólo disparo, por lo que no sabemos de qué puede ser esa marca. Él aseveró que el test de parafina demostrará que no hizo ningún tiro. No sabe de armas, nunca manejó alguna”, afirmó del Río.

El concubino también habría afirmado que esa noche no discutieron y que no conoce por qué motivo su pareja podría haberse quitado la vida.